Y así olvidas que te mereces el amor …

¿Alguna vez te has preguntado si eres digno de ser amado? Cuando no cree que es digno de un amor verdadero, o lo olvida, su comportamiento comienza a reflejar eso.

Contenido

1. Te dices a ti mismo que aún no estás listo para enamorarte

Al principio, esta es una excusa justa: quieres organizarte y prepararte bien antes de conectarte con otra persona. Tienes que trabajar en ti mismo y mereces tu propio amor y atención. Eso parece saludable. Eso parece natural. Estar solo es bueno, ¿no?

2. Tú decides por ti mismo sobre tus propias barreras al amor.

Aquí está el problema de tener demasiado tiempo a solas: te deja mucho espacio para pensar en tus errores. No te sientes lo suficientemente bonita, así que dejas de hacerte ver bonita. No te sientes lo suficientemente gracioso como para dejar de ir a fiestas.

No te sientes lo suficientemente seguro por lo que te escondes en tu apartamento y decides que una vez que hayas hecho el trabajo eterno contigo mismo, saldrás. Pero otro tú. Un mejor tu. Ni la mitad de la versión que tienes ahora.

3. Dejas todo el proceso al destino

Te aferras a la creencia de que cuando llegue el momento, sucederá. En lugar de buscar activamente el amor, esperas a que el universo te dé permiso para adquirirlo.

Estás esperando una señal celestial que grite: “¡Ahora eres digno de amor! ¡Aqui tienes! ”No te das cuenta de que el signo que buscas tiene que venir de adentro. Así que espera. Y espera. Y tu esperas

4. Das hasta que no te queda nada

No estás en tu mejor momento personal, por lo que parece más fácil cuidar a los demás que a ti mismo. Y eso es lo que haces. Te entregas a las relaciones y te olvidas de recuperar algo.

Das porque se siente bien recordarte a ti mismo que tienes algo que ofrecer. Usted da porque si alguien más se beneficia de lo que es, debe significar que vale la pena el esfuerzo. Y olvidas lo que necesitas. Olvidas no delatarte en el proceso.

5. Pones tu autoestima en manos de otras personas

Decide que su valor depende de lo valioso que sea para los demás: cuánto puede dar, impresionar, influir o atraer. Eliges que si alguien más lo hace primero, serás digno de amor.

En los días en que eres reconocido, eres digno. En los días en que no eres tú, te escondes. Te preguntas a ti mismo. Te preguntas qué es lo que todos piensan que es digno de ti y no encuentras una respuesta.

6. No te amas a ti mismo de la forma en que quieres ser amado.

Quieres escuchar de los demás lo increíble que eres, pero te dices a ti mismo que eres aburrido. Quieres que te digan que eres hermosa, pero te estás diciendo a ti mismo que eres feo.

Quiere que le digan que tiene derecho a ser amado, apreciado y admirado, pero no puede admirarse a sí mismo.

Fallaste en celebrarte a ti mismo. Te niegas a ti mismo el tipo de amor que te mereces y luego te preguntas por qué el amor que atraes es tan humillante.

Enseñas a otras personas cómo tratarte, pero nunca te enseñas lo mismo a ti mismo. Nunca luchaste contra tu mente.

7. El ciclo se prolonga.

Y ahí. Y ahí.

Amas a la persona equivocada y la persona equivocada te ama a ti. Te estás tirando a ti mismo.

Pasas años dedicándote a la rutina normal de la relación, preguntándote por qué no puedes ser una persona que atrae mejor, lo hace mejor, se siente mejor, todo el tiempo tan inseguro de cómo llegaste allí, al lugar donde lo has olvidado. que eres digno de amor.

Te mereces amor …

Siempre cuestionamos nuestro valor fuera de las relaciones, pero no en ellas. No es tanto que no sepamos nuestro valor. Parece que lo perdemos de vista.

A menudo arrojamos nuestros propios miedos y sentimientos para mantener feliz a la otra persona y, al hacerlo, nos olvidamos de nuestro propio valor.

Debes darte cuenta de que la forma en que amas debe aplicarse a ti también, y no solo a otras personas.

Tienes que amarte a ti mismo como amas a los demás. Tienes que amarte, apoyarte, apreciarte y comprenderte incondicionalmente. Sobre todo, tienes que hacerlo, incluso si alguien más te lo ofrece.

Tienes que aferrarte a él y no perderlo nunca de vista, porque depende de que nos amemos bien y conozcamos nuestro valor. Es importante que comprendamos nuestro propio valor y lo que traemos al mundo, no solo en nuestras relaciones.

No podemos esperar que nuestros socios solucionen esto. No podemos esperar a que nos hagan sentir que nos falta. No es su trabajo hacerlo, y de todos modos no funcionaría.

Te mereces amor

No hay duda sobre eso. Pero nadie más puede convencerte de que eres digno de la causa. Nadie más puede asegurarte tu valía si no crees en ello tú mismo.

Tu dignidad no está en duda. Solo tienes que entenderlo y amarlo desde esa creencia.

Cuando amamos desde un lugar de aprecio, nos mostramos a la altura de la situación.
Somos mejores socios, amigos y personas. Tendemos a mostrar más empatía y compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Cuando comprendemos nuestro valor, nuestros miedos no tienen el mismo peso que cuando tenemos dudas. Podemos lidiar con ellos porque sabemos que somos dignos de cualquier buena causa.

Las personas que amamos no necesitan que seamos socios perfectos. Necesitas que seamos reales. Estar alli. Para ser sincero. Necesitan nuestra lealtad, nuestra presencia y nuestra lealtad. Pero no nuestra perfección.

Y así olvidas que te mereces el amor ...

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