No mereces morir

En la mayoría de los casos, puedo manejar tu muerte. Puedo contener mis lágrimas y aceptar que ya no estás allí.

Me obligo a creer en la historia de que solo la gente buena muere joven y que Dios toma a sus favoritos primero. Creo firmemente que era tu momento de irte y todo sucedió por una razón.

Recuerdo que tal vez seas más feliz ahora, en un mundo libre de preocupaciones y dolor, en un lugar de paz y alegría.

Pero a veces esa actitud valiente se desvanece y todo lo que siento entonces es ira, dolor y traición.

Lo siento, no puedo ser fuerte todo el tiempo. Sé que hay días en los que cuestiono mis creencias. Días en los que odio al mundo y a todos en él. Días en los que estoy amargado por cómo fue la vida. Días en los que me pregunto por qué algunas personas pueden quedarse y las que tenemos que irnos.

Lamento no poder caminar con esperanza sabiendo lo horrible que es este mundo. Lamento no ser perfecta y tener tanta rabia dentro de mí.

Pero me enoja que hayas dejado atrás a tu familia. Dejaste atrás a personas que aún necesitaban tu amor, tu voz, tus abrazos, tus besos. Gente que se preocupaba más por ti que por ellos mismos. Gente que haría cualquier cosa por pasar un minuto más contigo.

Estoy cabreado porque sigo viendo a estas personas estúpidas corriendo por el mundo sin ningún cuidado, causando dolor, causando estragos y viviendo mucho más tiempo de lo que tuviste la oportunidad. Porque la bondad en tu corazón debería haberte dado más días, meses y años.

No mereces morir

Estoy enojado porque te mereces algo mejor. Mereces tener más momentos felices. Mereces ver crecer a la gente a tu alrededor. Mereces envejecer y morir en paz mientras duermes después de vivir tu mejor vida durante noventa años.

Merecemos tenerte a nuestro lado en los otros momentos importantes y hermosos de nuestras vidas. Merecemos compartir con ustedes todos nuestros felices eventos. Y sentir tu amor y bondad en nuestras vidas.

Estoy enojado porque no es justo. Cuando digo esto, puede sonar tonto o infantil, pero es la verdad. Lo que te pasó no es justo. Lo que le pasó a tu familia está mal. Y cualquier cosa que tenga que ver con tu muerte no es justo.

Te extraño tanto. Y odio extrañarte porque no debería ser así. Debería poder llamarte. Debería poder llamar a tu puerta. Debería poder verte cuando quiera.

Debería poder pedirte consejo y pedir tu ayuda cuando nadie más pueda ayudarme.

Deberías estar aquí enviándome un mensaje de texto para preguntarme cómo estoy. Todavía deberías estar aquí dándome una razón para reír en lugar de llorar. Deberías estar aquí a mi lado, vivo y bien.

No importa cuántas veces alguien me diga que solo las personas buenas mueren jóvenes, no importa cuánto trate de encontrar consuelo en estas palabras, siempre creeré que tu muerte aún no debería haber llegado. No los buenos deben morir jóvenes, sino los malos.

Siempre creeré que fue algún tipo de error y que no te lo merecías.

Siempre creeré que te mereces mucho más.

No mereces morir

Deja un comentario

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad

jp789