He luchado contra la depresión y la ansiedad desde que tengo uso de razón; hay ocasiones en las que definitivamente puedo manejarlas mejor que otras.
Intento controlar mis emociones y reprimirlas, pero me resulta cada vez más difícil cuando alguien más entra en contacto con mis sentimientos.
Sigo diciéndome a mí mismo que estoy mejor solo, que es más seguro para mí y para las personas que me rodean.
No importa lo poco o lo mucho que dé, siento que siempre soy una carga para las personas que me rodean.
Por supuesto, soy un poco introvertido, pero cuanto más tiempo paso solo, más me meto en una espiral de soledad.
Necesito la interacción para distraerme de los pensamientos perturbadores y disfuncionales que surgen cuando estoy solo.

En estos momentos pienso si llegaré a los 40, si alguien puede amarme o incluso si debo perder peso. Me destrozo hasta convertirme en un caparazón roto.
Lo siento por el que me ama.
Siento pena por las innumerables visitas al médico, las noches que tuviste que ayudarme a recoger los pedazos rotos y las noches que traté de entregarme a ti pero no pude.

Sé que probablemente esto no sea lo que imaginabas. Lamento si esto termina siendo demasiado para ti y crees que perdí el tiempo. Nunca quise ser una carga para ti o poner esa carga sobre ti. No fue justo de mi parte.
Tan pronto como encuentro el amor, mi mente lo desarma. Cuando uno sale de una relación abusiva emocional y físicamente, uno cuestiona cada paso.

Siempre tengo miedo de que una vez que esté realmente feliz, terminará. Me quedo despierto hasta tarde diciéndome a mí mismo que no merezco esto y que debería dejarlo ir antes de que me rompa el corazón.
Me he acostumbrado tanto a hacer trampas, rechazar llamadas y cancelar citas que no importa lo que yo haga y lo que él haga, no me siento lo suficientemente bien. Simplemente no soy lo suficientemente bueno.
No quiero vivir mi vida con miedo y perder a las personas que son importantes para mí por eso. No quiero pensar demasiado y romper mi corazón cuando pienso en un escenario o una relación pasada y, por lo tanto, reprimo el amor verdadero.

En cambio, quiero estar abierto al amor, al amor que se me da. Quiero experimentar que puedo abrirme sin ser una carga, que está bien dejar que mis paredes caigan, aunque son comprensiblemente altas.
Odio que me haya mantenido en control durante tanto tiempo, pero también necesito recordarme a mí mismo que es una enfermedad y que solo porque no soy perfecto, no soy un fracaso.