Las personas muy inteligentes a menudo tienden a cambiar su visión del mundo de manera diferente a las personas con un coeficiente intelectual promedio.
Este cambio implica su pensamiento, actuación y enfoque inusuales de ciertas cosas.
Lo que los científicos han descubierto sobre las personas inteligentes es que cuanto mayor es su coeficiente intelectual, menos se preocupan por muchas cosas cotidianas que parecen preocupar a la mayoría de las demás personas, como Crear orden, acostarse a tiempo y prestar atención a la forma en que se expresa.
Aquí hay tres rasgos clave que es mucho más probable que se noten en personas con un coeficiente intelectual alto que en personas con un coeficiente intelectual más bajo:
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1. Usan muchas palabrotas en sus conversaciones diarias.
Aunque su inteligencia los hace buenos para juzgar cuándo empezar a maldecir, definitivamente pueden maldecir mucho y pronunciar muchas malas palabras.
En realidad, se asume que una persona que maldice mucho no es lo suficientemente inteligente como para tener una conversación normal. Debido a esto, se cree que compensan su falta con maldiciones.
Sin embargo, un estudio reciente muestra que la capacidad de generar palabrotas está estrechamente relacionada con un alto índice de vocabulario y fluidez. Esto refuta la noción de que la baja fluidez está correlacionada y depende de la maldición.
Por otro lado, las maldiciones y las calumnias dependen de un alto nivel de lenguaje y vocabulario, y eso es algo que las personas muy inteligentes tienen sin ninguna duda.
2. Son noctámbulos desde muy pequeños.
Es un hecho que las personas inteligentes no pueden acostarse temprano. Un estudio realizado en un gran grupo de jóvenes encontró que cuanto mayor es el coeficiente intelectual de una persona, más tarde tienden a irse a la cama.
Esta investigación mostró que los niños más inteligentes en la edad adulta tienden a ser más propensos a la actividad nocturna que los niños menos inteligentes.
Los niños con un coeficiente intelectual de menos de 75 tienden a acostarse a las 11:41 p.m. los fines de semana en la edad adulta temprana, mientras que los niños con un coeficiente intelectual de más de 125 se acuestan alrededor de las 12:30 a.m.
La razón por la que se quedan despiertos hasta tarde es porque analizan con gran detalle las cosas que les interesan. Por ejemplo, pueden pasar horas investigando por qué un escritor escribió un libro en particular o cómo preparar una comida que vieron en un programa de cocina.
3. Viven en su caos organizado.
Resulta que las personas creativas tienden a tener escritorios desordenados, y poner a una persona en un entorno desordenado producirá ideas aún más creativas. MI.
Un entorno caótico también significa romper con las formas tradicionales de pensar y comportarse y así desarrollar nuevos conceptos para muchas cosas que damos por sentado.
Entonces, la próxima vez que te encuentres con una persona inteligente, puedes imaginarla sentada en su desordenado escritorio a altas horas de la noche, maldiciendo mucho mientras convierte sus ideas creativas en realidad.
Por lo tanto, si tienes un hijo y tiene tendencia a maldecir, ensuciar o irse a la cama tarde, considérate afortunado por criar a un pequeño genio.