El amor verdadero no significa encontrar a alguien que cumpla con todos los criterios de tu lista

Todos soñamos con el amor perfecto. El tipo de amor que lucha por nosotros que está con nosotros en las buenas y en las malas. Visualizamos a nuestra persona ideal.

Alguien que nos ponga primero. Alguien en quien podamos confiar. Alguien que esté a nuestro lado incluso en los días más duros. La mujer que escucha. El hombre que abre puertas.

Pensamos en nuestro amor futuro como todas las cosas que hemos deseado desde una edad temprana.

Creamos una imagen en nuestra cabeza de cómo se verá esta relación, cómo se sentirá, cómo suavizará y curará todas las pequeñas partes rotas de nuestro corazón y nos hará completos nuevamente.

Nos damos listas, pautas, expectativas. Nos decimos a nosotros mismos que debemos esperar al ‘correcto’ y no conformarnos con menos. No enamorarse de alguien que sea otra cosa que lo que nos merecemos.

El único problema es que, sin darnos cuenta, buscamos algo que no existe.

Visualizar el amor futuro es maravilloso. Presentarte a él o ella y todas las formas en que él o ella te satisfará. Ver la relación y cómo crece o se fortalece con cada obstáculo.

Es maravilloso aprender de una angustia pasada y decirse a sí mismo que no debe enamorarse de alguien cuya alma no está completamente allí o que no debe entregarse demasiado fácilmente.

Es bueno recordarse a sí mismo que la persona adecuada será desinteresada y cariñosa, cariñosa y amable, o cualquiera de las otras cualidades que desee.

Pero no puedes esperar que tu futuro amor sea perfecto.

No puedes obligarte a esperar a que la persona perfecta se cruce en tu camino. No puedes decirte a ti mismo que no debes contentarte con nada más que con el hombre que defiende sus valores en todo momento, o llama a su madre todos los días, o se queda despierto contigo durante largos períodos de tiempo, hablando de sueños.

No puedes decirte a ti mismo que debes quedarte soltero hasta que conozcas a la mujer que siempre es auténtica y positiva, que sería la mejor esposa, que haría cualquier cosa por ti.

Porque: sí, estas cualidades son maravillosas, pero nadie podrá nunca cumplirlas en todo momento.

Ningún hombre o mujer puede ponerte en primer lugar al cien por cien en todo momento. Ningún compañero querrá quedarse despierto hasta tarde todas las noches de la semana laboral solo para contarle sobre la vida. Ningún socio siempre puede dejar todo para estar ahí para ti cuando lo necesitas.

Simplemente no es realista.

El amor verdadero no significa esperar a la persona perfecta o encontrar a alguien que cumpla con todos los criterios de tu lista. El verdadero amor es encontrar a una persona imperfecta y construir un amor hermoso y desordenado.

Todos queremos algo mejor que las relaciones rotas que teníamos antes. Todos queremos estar con alguien que no nos lastime, que nos haga olvidar nuestro pasado, que se entregue a nosotros y que no retenga nada.

Todos queremos el tipo de amor que vemos en las películas: dos corazones unidos para bien y para mal. Queremos creer que lo perfecto existe y que lo encontraremos.

Pero la verdad es que el amor verdadero es caótico. Está lleno de frustraciones y decepciones, discusiones y compromisos, molestias y malentendidos. Nunca dos personas estarán completamente de acuerdo después de cada discusión.

Nunca dos personas podrán dejar de lado sus desacuerdos o dejar ir sus emociones para mejorar las cosas. No hay dos personas que siempre digan y hagan lo correcto, o sean capaces de amar desinteresadamente cada momento de la relación.

El verdadero amor es difícil. Pero eso es lo que los hace tan increíbles.

No se trata de encontrar a la persona perfecta. No se trata de entablar una relación sin obstáculos. No, no se trata de conformarse con menos, pero tampoco puede ser exigente.

El amor verdadero significa encontrar a alguien que se adapte perfectamente, y luchar para que encaje, incluso si las piezas se astillan y desgastan con el tiempo.

El verdadero amor es saber que no estás con la persona perfecta porque él o ella no existe, pero amarlos de todos modos.

Y amar tu relación, no porque sea todo lo que alguna vez imaginaste, sino porque es salvaje, maravillosa, difícil, emocionante y mucho más.

Así que detén las listas. Deja de esperar. Deja de exigir. Deja de desear a la persona perfecta y de creer que tienes que permanecer soltera hasta que te encuentres con ella.

No existe una persona perfecta. Pero hay un corazón que latirá al mismo tiempo que el tuyo. Hay alguien que comprenderá su dolor pasado y hará todo lo posible para nunca volver a infligirle ese dolor. Hay un alma que anhela amarte lo mejor que puede.

Y espero que espere a esa persona, la persona desordenada, contradictoria, a veces poco confiable y defectuosa que ve y ama todos los defectos en usted.

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